La prensa mediática con El Comercio a la cabeza ahora defiende a
Ollanta Humala, lo ha rodeado y lo ha convencido de lo correcto del modelo, la
derecha que voto por Keiko Fujimori ahora lo aplaude y respalda, todo va de
color de rosas para esta unión no predicha en la campaña electoral, atrás
quedaron las promesas electorales y tal como hizo Fujimori y el mismo Alan García,
en ese camino anda Ollanta, por esos rumbos hoy transita con el respaldo de su
silencio y la compañía de su Sra. Esposa Nadine que ahora hace de vocera del
gobierno y al parecer determina quiénes son y debe ser los nuevos ministros y
funcionarios del gobierno.
El Pueblo peruano alborozado
asistió al triunfo de Ollanta Humala, salió a las calles a festejar y defender
el triunfo del candidato nacionalista, festejó y gozó con el resultado y
esperanzado hacia planes esperando que se cumpla el programa de la gran
transformación, los jóvenes
universitario a los que conocí en esa campaña celebraban junto conmigo y me
hacían bromas porque era el único viejo joven con ellos, la gente del pueblo
que se arremolino a los locales de Gana Perú y se inscribió de personero para
defender la voluntad popular, con ello se garantizó que el candidato Ollanta
triunfe en esa contienda derrotando a los que quisieron volver al pasado de
dictadura y corrupción con la hija del verdugo como presidente que hoy mora en
la cárcel de la Diroes con los privilegios que le daba el gobierno aprista y
hoy se mantienen.
A partir del 5 de junio, la gente
hacia planes y los nacionalistas se sentían orgullosos de ese triunfo, muchos
pensaban que el cambio estaba a la vista, muchos siguieron organizándose para
asumir el gobierno ganado en buena lid, nada pudieron las consignas de García
que de sentirse dios paso a ser uno más de los mortales y todas sus
predicciones se vinieron abajo, el nacionalismo y la izquierda festejaban, el
ama de casa, el vendedor ambulante, el taxista y todos los que pusieron su
granito de arena se sentían felices, porque después de muchos años o quizás
nunca había ganado un candidato del pueblo y muchos de nosotros considerábamos
de izquierda. Hasta aquí el festejo y el jolgorio que produce que un gran
esfuerzo triunfe sobre los poderes mas omnipotentes de la patria como es el
dinero y sus sociedades de empresarios hinchas y toda laya de mercaderes. Después,
antes que asuma el poder cuando supuestamente se caía la Bolsa de Valores de
Lima, a alguien se le ocurrió en el gobierno ratificar a Arturo Velarde como
presidente del Banco Central de Reserva del
Perú, alguien que tuvo mucha influencia no solo en la pareja
presidencial, sino en los poderes económicos que nos gobiernan, con esto se
aquietaron las aguas en la derecha y El Comercio, La Confiep, la Sociedad Nacional
de Industrias y Sociedad Nacional de minería y petróleo aplaudieron, ante el
estupor de los nacionalista y todos los que lo apoyamos. Muchos hablaban de
“estrategia” para ganar poder en las Fuerzas Armadas y cimentarse en el
gobierno, muchos aceptaron, uno de ellos yo, pensamos que la palabra de Ollanta
valía, que de todas formas iba a aplicar su plan de gobierno y eso solo era una
jugada de ajedrez donde se sacrifica un peón por hacer jaque mate y ganar la
partida.
Después vino Castilla, pareciera
que a Ollanta le pesan algunas prendas o las tiene largas o quizás no tenga la
suficiente sapiencia para discernir entre lo correcto y lo incorrecto o es que
entro al juego de intereses y acepto como su ministro de Economía al saliente
vice ministro de Hacienda del gobierno Alanista, las justificaciones fueron las
mismas, dijeron muchos “estrategia” otros que era una jugada y un sinfín de excusas,
con el silencio Ollanta hablaba y la gente seguía confiando y esperaba que sea
lo que se pensaba, una perfecta maniobra que haga que la derecha se coma el
sapo de que estaba cediendo. Al final se dijo que la Corporación Andina de
Fomento a cambio de un crédito de $7,500 millones de dolares propuso que
Castilla sea el Ministro de Economía y Finanzas, el que les negaba presupuesto
para el aumento a los militares, el que
manejó los dineros del Perú y le dio todos los millones que reclamó García para
“construir” los colegios emblemáticos sobrevaluados, el estadio nacional, Hospital del Niño, la Gran Costa Verde,
Teatro Nacional, Etc. para las grandes inversiones que olían y siguen oliendo a pus
sanguinolenta con las que García sumo
unos millones más a su fortuna personal.
Llegado el 28 de julio el nuevo
presidente juro invocando la constitución del 79 y manifestó que quería cumplir
con el pueblo, los nacionalistas de todos los lugares del país se movilizaron
para ver a su candidato ahora presidente, cuando juramentaba y se paseaba en
olor a multitudes por las calles. Todos esperaron por la gran transformación,
se asumía que desde ese momento iban a cambiar las cosas para los ciudadanos de
a pie, se pensaba, mejor dicho se aseguraba que se iba a iniciar un nuevo
proceso con justicia, con optimismo, contra la corrupción y entreguismo de los
gobiernos anteriores.
El Perú amaneció otro el 29 de
julio, todos esperaron que se den los cambios en todo el país, todos comentaban
que los apristas iban a ser investigados en sus bienes y de encontrarse causa
justa hasta se le iba a decomisar sus propiedades producto del enriquecimiento ilícito
en el que hubieran incurrido, otros hablaban de la constitución y de la nueva
que se debía de formular e iniciar la larga marcha para recabar las firmas para
la convocatoria a la asamblea constituyente, a algunos también se les ocurría
de las ultimas privatizaciones como el Muelle Norte del Callao, el Puerto de
Paita, el faenón de Olmos y otros iban a ser investigados, las mineras iban a
pagar las regalías y/o el impuesto a las sobre ganancias, el gas iba a bajar de
precio, se iban a renegociar los contratos del gas, iban a desaparecer los CAS
y las services, todo esto con un optimista y largo etcétera.
Perú, 19 de marzo del 2012
Ernesto Kijano Flores
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