sábado, 24 de marzo de 2012

Una vez más, las promesas incumplidas Parte I



La prensa mediática con El Comercio a la cabeza ahora defiende a Ollanta Humala, lo ha rodeado y lo ha convencido de lo correcto del modelo, la derecha que voto por Keiko Fujimori ahora lo aplaude y respalda, todo va de color de rosas para esta unión no predicha en la campaña electoral, atrás quedaron las promesas electorales y tal como hizo Fujimori y el mismo Alan García, en ese camino anda Ollanta, por esos rumbos hoy transita con el respaldo de su silencio y la compañía de su Sra. Esposa Nadine que ahora hace de vocera del gobierno y al parecer determina quiénes son y debe ser los nuevos ministros y funcionarios del gobierno.

El Pueblo peruano alborozado asistió al triunfo de Ollanta Humala, salió a las calles a festejar y defender el triunfo del candidato nacionalista, festejó y gozó con el resultado y esperanzado hacia planes esperando que se cumpla el programa de la gran transformación, los  jóvenes universitario a los que conocí en esa campaña celebraban junto conmigo y me hacían bromas porque era el único viejo joven con ellos, la gente del pueblo que se arremolino a los locales de Gana Perú y se inscribió de personero para defender la voluntad popular, con ello se garantizó que el candidato Ollanta triunfe en esa contienda derrotando a los que quisieron volver al pasado de dictadura y corrupción con la hija del verdugo como presidente que hoy mora en la cárcel de la Diroes con los privilegios que le daba el gobierno aprista y hoy se mantienen.

A partir del 5 de junio, la gente hacia planes y los nacionalistas se sentían orgullosos de ese triunfo, muchos pensaban que el cambio estaba a la vista, muchos siguieron organizándose para asumir el gobierno ganado en buena lid, nada pudieron las consignas de García que de sentirse dios paso a ser uno más de los mortales y todas sus predicciones se vinieron abajo, el nacionalismo y la izquierda festejaban, el ama de casa, el vendedor ambulante, el taxista y todos los que pusieron su granito de arena se sentían felices, porque después de muchos años o quizás nunca había ganado un candidato del pueblo y muchos de nosotros considerábamos de izquierda. Hasta aquí el festejo y el jolgorio que produce que un gran esfuerzo triunfe sobre los poderes mas omnipotentes de la patria como es el dinero y sus sociedades de empresarios hinchas y toda laya de mercaderes. Después, antes que asuma el poder cuando supuestamente se caía la Bolsa de Valores de Lima, a alguien se le ocurrió en el gobierno ratificar a Arturo Velarde como presidente del Banco Central de Reserva del  Perú, alguien que tuvo mucha influencia no solo en la pareja presidencial, sino en los poderes económicos que nos gobiernan, con esto se aquietaron las aguas en la derecha y El Comercio, La Confiep, la Sociedad Nacional de Industrias y Sociedad Nacional de minería y petróleo aplaudieron, ante el estupor de los nacionalista y todos los que lo apoyamos. Muchos hablaban de “estrategia” para ganar poder en las Fuerzas Armadas y cimentarse en el gobierno, muchos aceptaron, uno de ellos yo, pensamos que la palabra de Ollanta valía, que de todas formas iba a aplicar su plan de gobierno y eso solo era una jugada de ajedrez donde se sacrifica un peón por hacer jaque mate y ganar la partida.

Después vino Castilla, pareciera que a Ollanta le pesan algunas prendas o las tiene largas o quizás no tenga la suficiente sapiencia para discernir entre lo correcto y lo incorrecto o es que entro al juego de intereses y acepto como su ministro de Economía al saliente vice ministro de Hacienda del gobierno Alanista, las justificaciones fueron las mismas, dijeron muchos “estrategia” otros que era una jugada y un sinfín de excusas, con el silencio Ollanta hablaba y la gente seguía confiando y esperaba que sea lo que se pensaba, una perfecta maniobra que haga que la derecha se coma el sapo de que estaba cediendo. Al final se dijo que la Corporación Andina de Fomento a cambio de un crédito de $7,500 millones de dolares propuso que Castilla sea el Ministro de Economía y Finanzas, el que les negaba presupuesto para el  aumento a los militares, el que manejó los dineros del Perú y le dio todos los millones que reclamó García para “construir” los colegios emblemáticos sobrevaluados, el estadio nacional, Hospital del Niño, la Gran Costa Verde, Teatro Nacional, Etc. para las grandes inversiones  que olían y siguen oliendo a pus sanguinolenta con las  que García sumo unos millones más a su fortuna personal.

Llegado el 28 de julio el nuevo presidente juro invocando la constitución del 79 y manifestó que quería cumplir con el pueblo, los nacionalistas de todos los lugares del país se movilizaron para ver a su candidato ahora presidente, cuando juramentaba y se paseaba en olor a multitudes por las calles. Todos esperaron por la gran transformación, se asumía que desde ese momento iban a cambiar las cosas para los ciudadanos de a pie, se pensaba, mejor dicho se aseguraba que se iba a iniciar un nuevo proceso con justicia, con optimismo, contra la corrupción y entreguismo de los gobiernos anteriores.

El Perú amaneció otro el 29 de julio, todos esperaron que se den los cambios en todo el país, todos comentaban que los apristas iban a ser investigados en sus bienes y de encontrarse causa justa hasta se le iba a decomisar sus propiedades producto del enriquecimiento ilícito en el que hubieran incurrido, otros hablaban de la constitución y de la nueva que se debía de formular e iniciar la larga marcha para recabar las firmas para la convocatoria a la asamblea constituyente, a algunos también se les ocurría de las ultimas privatizaciones como el Muelle Norte del Callao, el Puerto de Paita, el faenón de Olmos y otros iban a ser investigados, las mineras iban a pagar las regalías y/o el impuesto a las sobre ganancias, el gas iba a bajar de precio, se iban a renegociar los contratos del gas, iban a desaparecer los CAS y las services, todo esto con un optimista y largo etcétera.

Perú, 19 de marzo del 2012

Ernesto Kijano Flores

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