viernes, 30 de marzo de 2012

ASAMBLEA DE LOS PUEBLOS UN ESFUERZO DE DEMOCRATIZACIÓN DE LA SOCIEDAD PERUANA



Luis Alberto Gordon Iglesias
Perú, 28-03-2012

DE LA PLUTOCRACIA A LA DEMOCRACIA

En estos días todos los medios de comunicación y las autoridades del estado están  poniendo  en cuestión la representatividad y legitimidad que tienen los organizaciones naturales de la población  para encabezar la lucha en defensa de sus intereses;  con ello se pretende desautorizar  su capacidad de convocatoria y movilización,  como no son autoridades electas, por tanto no tendrían la autoridad   para representar a la población, resultando así  que estas convocatorias y movilizaciones serian actos ilegales y lo peor de todo carentes de toda legitimidad,
Pareciera que quienes se expresan así gozaran  de una  legitimidad que vendría de ser depositarios de  la voluntad del pueblo; sin embargo el descredito y rechazo a las autoridades electas y a los funcionarios estatales es enorme…En el Perú, desde la recuperación de la democracia plena en el año 2001, se percibe distanciamiento y desencanto con respecto a esta forma de gobierno entre la población... A su  vez, este desencanto está acompañado de gran fragilidad en los partidos políticos y otras organizaciones representativas, una elevada volatilidad electoral y la persistencia de candidatos outsiders y personalistas (Roberts y Arce 1998, Tanaka 1998)…y no es un problema de la falta de modernidad la causante del rechazo a la democracia formal y representativa peruana, que algunos teóricos trasnochados achacan a los pueblos originarios y comunidades campesinas pues estas se aferrarían a sus tradiciones, las mismas que por su naturaleza precapitalista tendría un caris marcadamente autoritario … El enfoque culturalista clásico basa su argumento en la teoría de la modernización… los cambios estructurales asociados al desarrollo económico producen un conjunto de cambios culturales en las sociedades tradicionales llevándolas de manera inevitable hacia la modernidad (Lerner 1958). Eventualmente, estos cambios llevan al colapso de los regímenes autoritarios dominantes, a la incorporación política de las masas, y al surgimiento de la democracia…
Con ello pretenden ignorar que autoritarismo y exclusión en el país son dos constantes de nuestra vida republicana que nació de espaldas a su población mayoritariamente indígena y mestiza, por ello los principios liberales en el Perú no pasaron de ser actos meramente declarativos  y la sociedad señorial colonial y su espíritu persistieron y aun perviven en ciertos sectores conservadores que añoran esta sociedad aristocrática como sinónimo de distinción social y refinamiento cultural.
Es así que , para las clases dirigentes nacionales, la democracia y el estado son parte de su patrimonio particular, por tanto  tratados patrimonialmente, es decir como si fuesen bienes u objetos  de su propiedad,  al cual pueden tratar como quieran y al cual pueden acceder cuando quieran. Esta es  una de las razones que explicación el comportamiento de las clases dominantes acostumbradas a  prostituir el voto ciudadano, en un juego electoral desigual, construyendo con su poder económico intenciones de voto con carnavalescas  campañas electorales; donde, explotando la necesidad de los pobres, prácticamente, compran votos a cambio de pingues regalos, que cual papa Noel electoral van tirando grotescamente a su paso.
En este juego plutocrático electoral  solo tienen  posibilidades de victoria quienes son capaces de comprar la publicad de sus medios de comunicación  y en un insulto vergonzante a los pobres de este país,  a cambiar votos por míseros obsequios; por ello resulta inadmisible que con esta democracia plutocrática servil al capital pretendan declararse los dueños de la legalidad y con ello de la legitimidad de representación ciudadana en nuestro país.
Habría que recordarles a estos señores que está tipificado como delito, las actividades que  con engaños se realizan para obtener un beneficio personal prometiendo cosas o productos inexistentes, que a eso se le tipifica como estafa, pues con engaños se apropian de un bien.
En este caso cuáles son los bienes de los que se apropian estos señores; pues esencialmente son dos: el primero es el de la voluntad popular, voluntad harta expresada en las urnas por el cambio, por la justicia y por la inclusión y el segundo es el derecho de representación que es usurpado y apropiado en exclusiva por esta plutocracia   que desconoce cualquier otra expresión que no haya nacido de este juego plutocrático  electoral que controlan.
Bajo esta realidad es natural que los ciudadanos no nos sintamos representados, ni defendidos por los poderes del estado y esta percepción no es solo producto de la corrupción escandalosa del mismo, también es producto de su vergonzosa  dependencia hacia  los poderes económicos locales e internacionales quienes colocan autoridades serviles y ahora como fenómeno cuasi novedoso incursionan directamente en la política para tomar el control directo y la defensa de sus intereses, ya sean locales, regionales o nacionales en el control del estado . La democracia que tanto esfuerzo costo al pueblo peruano conquistarla y en la cual centran sus aspiraciones de inclusión y justica social, ha quedado reducida o trasformada en una plutocracia escandalosa que ha convertido en un circo los poderes del  estado. Es en este escenario que el cuestionamiento a la democracia, la baja popularidad de  los organismos del estado y los representantes públicos es una constante; existe un clima de insatisfacción con el sistema democrático formal y representativo que ha sido brutalmente apropiado en exclusividad por el capital.
UNA TAREA: UN DEBER IMPOSTERGABLE
Por ello rescatar la democracia es una tarea esencial de los pueblos que aspiran a la inclusión y la justicia social. Necesitamos un nuevo pacto social que garantice y equilibre el juego democrático, que haga posible un real sistema de representación  democrático y meritocratico. Es que la población necesita canales de expresión valederos que recojan sus necesidades y aspiraciones, por ello es que la democracia debe ser además de formal y representativa participativa e inclusiva. Necesitamos dar un reconocimiento y fuerza legal a las organizaciones populares ciudadanas; convertirlas de actores consultivos a actores ejecutivos, fiscalizadores  y propositivos. Que el pueblo organizado no solo se sienta representado, si no que sea reconocido como parte de un poder del estado, ser un real poder que equilibre el poder del capital en el estado y lo ponga al servicio del desarrollo nacional.
La asamblea de los pueblos entonces debe asumir no solo el reto de defender a los pueblos agredidos por el capital minero, que con este modelo primario importador destruye sin miramientos el medio ambiente; sino por las circunstancias históricas LA ASAMBLEA DE LOS PUEBLOS esta llamada a convertirse en embrión de poder popular que rescate la democracia para las amplias mayorías, que replantee el juego democrático, aperturandola a las amplias mayorías, así como a replantear un modelo de desarrollo alternativo que mire hacia dentro, que respete nuestra cultura y el medio ambiente. El Perú desde la colonia es un país primario exportador, fundamentalmente minero y que es lo que ha sacado de ese modelo, solo marginación, miseria y atraso.
Los pueblos originarios, las comunidades campesinas, ya no pueden sentirse extrañas en su propio suelo, ya no pueden permanecer invisibles, sin rostro sin voz; la inclusión no es un tema de asistencialismo, de repartir migajas  que en el Perú solo han originado corrupción, atraso y un clientelismo vergonzante que alimenta poderes locales y autoritarismos. Es necesaria la unidad de todos los excluidos urbanos y rurales, que somos la gran mayoría, unidad que nos lleve a dejar la invisibilidad a la que se nos ha condenado,  hay que insurgir en la civilidad, en la ciudadanía.
La inclusión social no será un obsequio del capital, o de algunos pensadores bien intencionados, la inclusión social será el fruto de la acción consciente, organizada de los pueblos marginados  y esta acción significa protagonismo y alternativa de desarrollo, significa democratizar el país. Por ello la  inclusión social pasa también  por la inclusión, económica, política y representativa de los pueblos del Perú, de la población marginada que como repetimos en nuestro país es la inmensa mayoría.

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